¿Tu champú te odia en secreto? Descubre qué dice tu cuero cabelludo sobre eso

¿Y si te dijera que estás usando el champú equivocado desde siempre y tu cuero cabelludo lo sabe?

¿Alguna vez te has parado frente a la góndola del súper, viendo mil botellitas de champú y pensando: ¿QUÉ SE SUPONE QUE HAGA CON TODO ESTO? Tranquila, no estás sola. Elegir un buen champú no debería ser más difícil que elegir a tu platillo favorito, pero aquí estamos, confundidas, con el pelo raro y una picazón sospechosa en la cabeza.

La buena noticia: esto tiene solución.
La mejor noticia: ¡vas a aprenderlo sin bostezar!

Primero lo primero: tu cuero cabelludo es el protagonista

Sí, ya sé que amas tu melena, pero cuando se trata de elegir champú, el cuero cabelludo es la estrella del show. Elegir un champú sin saber cómo es tu cuero cabelludo es como elegir zapatos sin saber tu talla. Resultado: molestias, arrepentimientos, y ganas de no volver a salir.

¿Cómo saber si tenés un cuero cabelludo graso?

  • Tu pelo se ve oleoso un día después de lavarlo (¡o antes!).
  • Los mechones se agrupan como si se llevaran demasiado bien.
  • Sientes que nunca se ve “recién lavado”, aunque lo esté.

Si dijiste sí, sí, sí, entonces necesitás un champú con mayor poder de limpieza. Uno que actue contra el sebo, los restos de productos y hasta los arrepentimientos del fin de semana.

¿Y si tu cuero cabelludo es seco o sensible?

  • Puedes pasar varios días sin lavarlo y sigue viéndose decente.
  • No hay señales de oleosidad, ni en sueños.
  • Te da comezon, se enrojece o sientes tirantez cuando usas cualquier cosa.

Acá necesitás limpiadores suaves, sin sulfatos agresivos, con ingredientes calmantes. Porque un cuero cabelludo feliz es un pelo feliz.

TIP: ¿Tenés piel grasa en la cara? Seguramente tu cuero cabelludo también lo sea. ¡Los poros no mienten!

¿Y el acondicionador? Acá manda el pelo, no la piel

Mientras el champú se preocupa por la raíz, el acondicionador es el mejor amigo de tus largos y puntas. Y para elegirlo, necesitas conocer un nuevo concepto sexy: la porosidad capilar.

  • Porosidad baja: tu pelo tiene la cutícula cerradita, casi impermeable. No absorbe nada. Es el pelo que se seca lento y suele verse brillante. Usa acondicionadores ligeros, que no saturen.
  • Porosidad media: cutícula algo dañada, pelo que absorbe bien, se ve bien. ¡Fácil de manejar! Acondicionadores equilibrados, sin locuras.
  • Porosidad alta: cutícula bien dañada (gracias planchita, gracias decoloración). El pelo chupa todo como una esponja seca. Acondicionadores ricos, nutritivos, intensos.

¿Querés saber tu porosidad? La famosa prueba del vaso puede darte una pista: dejando un mechón en agua limpia (no es infalible).

  • Si flota = porosidad baja.
  • Si se hunde = porosidad alta.
  • Si queda en el medio = porosidad media.

Conclusión para llevar:

  • No compres champú por el envase lindo (sabemos que igual lo vas a hacer, pero no solo por eso).
  • Observa tu cuero cabelludo: graso = limpieza profunda; seco = limpieza suave.
  • El acondicionador lo elige el pelo, no la raíz. Piensa en la porosidad: lo que es compatible, se nota.

Y recuerda: no hay pelo imposible, solo productos mal elegidos.
¡Nos leemos la próxima con más secretos capilares y menos dramas en la ducha!

Equipo de Cuida Tu Look
Equipo de Cuida Tu Look

Somos un grupo de apasionados por la moda, la belleza y el bienestar, obsesionados (en el buen sentido) con ayudarte a encontrar tu mejor versión. Desde tendencias hasta secretos de cuidado personal, nos encanta compartir tips, probar productos y descubrir lo último en estilo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *